Ya con algun tiempo sin escribir, mucho menos salir fuera de la ciudad en busca de dias y experiencias nuevas, el fin de semana del 1 y 2 de Noviembre decidimos salir en bicicleta con el objetivo, en primer lugar de llegar a Guadalajara, Jalisco.
Los preparativos no fueron mas alla de dos dias antes de salir a la carretera, medio preparamos las bicicletas y algunos, pocos, tiliches que llevariamos con nosotros como una casa de campaña, sleeping bag y herramienta para reparaciones de las bicicletas en dado caso necesario
Iniciamos la travesia por ahi de las 5 de la tarde, el sol no pegaba fuerte y sin problema llegamos a la caseta de cobro de Santa Maria del Oro cerca de las 7 de la tarde, a paso moderado y con algunas paradas. Ya sin luz veiamos dificil llegar a Ixtlan del rio ese mismo dia, por lo que decidimos pasar la noche en la caseta de cobro y continuar el viaje el dia siguiente
Ya despues de cenar nuestra sopa Maru-chan un sandwich y taquitos comprados en la caseta salimos a pasear por los alrededores de nuestra morada, nos topamos con un viajante que tenia problemas con su automovil, al tratar de ayudarlo nos dimos cuenta que el radiador tiraba agua, por lo que le recomendamos regresara a Tepic y le repararan la falla antes de continuar a Guadalajara, con una respuesta tan sencilla nos dijo "ahorita me regreso a Tepic, al cabo, ¿Que son 25 Km? " momento despues noto nuestro silencio guardando la risa al tomar en cuenta la diferencia de los 25 Km recorridos en coche a recorrerlos sobre una bicicleta.
Por ahi de las 7 de la mañana continuabamos nuestras andansas sobre el asfalto de la autopista, imaginando que en unas 3 horas estariamos en Ixtlan y como en unas 5 horas mas en Guadalajara. Sin embargo algunas pendientes pronunciadas nos hicieron flaquear en momentos y era mejor pararse a descansar un rato.


Por ahi de las 7 de la mañana continuabamos nuestras andansas sobre el asfalto de la autopista, imaginando que en unas 3 horas estariamos en Ixtlan y como en unas 5 horas mas en Guadalajara. Sin embargo algunas pendientes pronunciadas nos hicieron flaquear en momentos y era mejor pararse a descansar un rato.